Ahora bien; teniendo en cuenta el crecimiento poblacional es vital tener modelos de movilidad que causen impactos positivos en el bienestar y la calidad de vida de las personas y que propendan el desarrollo de las ciudades y el cuidado del planeta. Sin lugar a dudas, la movilidad sostenible permite incentivar prácticas deportivas que por un lado combaten problemas sociales y de salud, y por otro ayudan con ese propósito medioambiental. 

Es necesario implementar estrategias para el uso racional de medios de transporte y las alternativas para los sistemas de generación de energía sin residuos contaminantes, como el uso de la bicicleta. No obstante, “Bogotá es una ciudad líder en ciclismo urbano, en Latinoamérica y en el mundo  gracias a las políticas públicas que han transformado su infraestructura y fomentado la cultura de la bici”, como asegura la Secretaría de Movilidad Distrital. 

Y es que, fomentar una cultura de movilidad sostenible no solo es importante para el cuidado y conservación del entorno y el medio ambiente sino además, para la salud tanto física como mental, toda vez que disminuye el estrés causado por el ruido, la polución y el tráfico generado por el tránsito excesivo de vehículos. 

Así mismo, “El día sin carro y sin moto” que se ejecuta una vez al año, es una de las grandes propuestas para que los habitantes de la capital puedan disfrutar de un día más tranquilo y libre en la circulación, y en gran medida, ofrecerle a la ciudadanía espacios que fomenten el hábito de caminar de una manera más amable. 

Por otra parte, el uso de vehículos eléctricos hoy en día es una mejor alternativa debido a su eficiente consumo de electricidad, a su rendimiento, y además de ofrecer comodidad son más ecológicos, con emisiones mucho más bajas y tecnologías más limpias, que se traduce en enormes beneficios para el cuidado del planeta.