El proceso fue un paso a paso que empezó a brindar resultados positivos en los diferentes frentes. Se conformó un equipo de trabajo idóneo que orientara adecuadamente el logro de los objetivos planteados.

Hoy podemos decir que liberamos más de 1,3 billones de pesos del presupuesto del Distrito, recursos que permitieron su aprovechamiento en otra inversión social, gracias a que establecimos nuevos esquemas para financiar las prestaciones de nuestros afiliados.

Otro logro importante que obtuvimos, fue establecer la realidad de las cuotas partes por pagar y cobrar. No se contaba con la claridad de cuáles eran todas las entidades que debían pagar su cuota parte al FONCEP y a cuáles nosotros debíamos pagar, y los respectivos valores; hoy ese universo está mucho más claro y definido.

La transformación digital también fue todo un propósito para el FONCEP. Lanzamos trámites y servicios en línea orientados a los diferentes grupos de valor, para generar un acceso fácil y rápido. De manera interna, digitalizamos procedimientos que redujeron tiempos y recursos en la operatividad de la Entidad.

Lo mencionado es tan sólo parte de los objetivos alcanzados, hay más, pero lo que quiero destacar en este momento es como el FONCEP adquirió una identidad fortalecida al cumplir con la misión y visión propuesta, al tener unos objetivos y valores claros que exaltan la integridad con la que se trabaja.

Reflejo de esto es la valoración que hace nuestro público objetivo, los mensajes de felicitaciones y reconocimiento de la buena labor, recibidos a través de cartas, correos electrónicos, redes sociales y de manera verbal, son muestra de la satisfacción y buena imagen que tiene el FONCEP. De manera interna, medimos el clima laboral y se obtuvo un índice satisfactorio de 74% y el factor que más se destacó fue la honestidad. 

Con orgullo y satisfacción de todo lo logrado, esta administración dice: fue un honor trabajar por Bogotá a través del FONCEP.